Al navegar por Internet, es muy probable que haya encontrado innumerables ventanas emergentes o banners que indican el uso de cookies y una solicitud para que el usuario final permita las cookies. Esto se debe a las regulaciones de protección de la privacidad implementadas en los últimos años (es decir, la ley de cookies de la UE-Directiva de privacidad electrónica de 2009 y el GDPR), con el fin de proteger a las personas. Estos consentimientos registrados sirven para proteger a los vendedores y las empresas de las ramificaciones legales.
Los consentimientos de cookies deben representar con precisión el tipo de cookie que se utiliza. Si no se transmite correctamente el propósito de las cookies de seguimiento, una empresa podría tener agua caliente. Si bien algunas cookies son necesarias para que un sitio web funcione correctamente, la mayoría están destinadas a crear una experiencia fácil de usar que les hará querer volver a visitar el sitio una y otra vez. Aquí hay un vistazo a cómo debe y no debe manejar las cookies.
Diferentes tipos de cookies
No todas las cookies son iguales.
Cookies de origen
Las cookies que están habilitadas en un sitio web están estrictamente controladas por el propietario del sitio web. Estas se conocen como «cookies de origen». Los datos recopilados en este formato de cookie se limitan a ese sitio web en particular y almacenan datos del usuario, incluida la navegación, el historial de compras, así como la información de inicio de sesión, lo que facilita al usuario acceder fácilmente a su cuenta con dicho sitio web. Este consentimiento de cookies suele ser en forma de «recordarme».
Luego, hay «Cookies de terceros» que son implementadas por una o más entidades publicitarias con la esperanza de aumentar el tráfico a un sitio web en función del historial de navegación de un usuario entre diferentes sitios web. Las cookies de terceros a menudo se presentan en forma de anuncios, etiquetas o páginas de ventas.
Cookies de terceros
El propietario de un sitio web no tiene control sobre las «cookies de terceros». En cambio, son creados por servicios como Google o Facebook Ads. Un ejemplo común de cookies de terceros es notar un aumento de anuncios en relación con un tema que examinó unos días antes. Básicamente, dejaste un rastro de migajas para que las redes publicitarias se dirijan a ti con más anuncios sobre el tema.
Mientras que las cookies de origen nunca se salen de los límites de un sitio web específico, las cookies de terceros rastrean su actividad en línea con la esperanza de captar su interés en lo que están impulsando. Las cookies de terceros se pueden borrar cambiando las preferencias del navegador para eliminar el historial de los sitios que ha visitado.
Cumplimiento de la Ley de Cookies
Ya sea que esté interesado en crear cookies de origen para su propio sitio web o espere aumentar el tráfico basado en cookies de terceros, es crucial que siga las pautas adecuadas.
- Comprenda el propósito de las cookies antes de configurarlas en su sitio web.
- Incluya un banner o ventana emergente que explique a sus usuarios cómo utiliza la información recopilada por las cookies.
- Obtenga y registre todos y cada uno de los formularios de consentimiento del usuario para su protección.
- Dar a los usuarios opciones, como «Permitir todo», «Rechazar» o «Permitir necesario»
Seguir las leyes de cookies y las mejores prácticas posiciona su negocio de comercio electrónico como un sitio confiable, lo ayuda a obtener una clasificación más alta en los motores de búsqueda y elimina la posibilidad de que el software de protección etiquete su sitio como de alto riesgo.